Un día de septiembre de 2005, el gran Dirigente
Los funcionarios se sumergieron en una profunda meditación. Se reflexionaron con seriedad la actitud de trabajo de sí mismos, que, aun en palabras, pretendían realizar de manera original la labor ideológica, pero trabajaban de tal manera que asignaban tareas sobre la mesa y despachaban los planes de conferencia o de estudio.
Al mirar a los funcionarios, el gran Dirigente enseñó que sería difícil repetir y realizar con eficiencia la labor ideológica en varias ocasiones, pero debían compenetrarse profundamente con las masas y realizarla en los campos, en las galerías de fondo de las minas y otros lugares de producción.
Dijo que iba a tomar medidas decisivas para que todos los funcionarios se compenetraran profundamente con las masas y realizaran de manera original la labor ideológica.