A principios de octubre de 1945, el gran Líder Kim Il Sung llamó a Pyongyang a los jefes de grupos de trabajo político que habían sido mandados a todas partes del país para el fortalecimiento de las organizaciones de base del partido y convocó una reunión consultiva.

Tras recibir el informe sobre el trabajo de ellos, el gran Líder les preguntó la opinión concerniente a la convocación del congreso fundacional del partido.

Citando las maniobras de los fraccionalistas y de los separatistas regionales, todos le propusieron que sería mejor profundizar más el estudio del proyecto de fundar el partido según el método de ampliar el comité del partido del Ejército Revolucionario Popular de Corea.

Tienen razón porque entre los revolucionarios que actuaron en varias regiones del interior del país no son pocos los que no están forjados en lo organizativo ni abandonaron los vicios sectaristas y no es alto el nivel político y teórico de los obreros y campesinos pobres, dijo el Líder y expuso la decisión de incluir no solo a los revolucionarios templados en el fragor de la revolución antijaponesa sino también a los elementos progresistas de todas las clases y capas, para así lograr la cohesión de la fila partidista y construir el partido como organización de masas.

Claro que nos será más fácil fundar el partido solo con los comunistas que participaron en la lucha armada antijaponesa, pero eso podría resultar que los individuos organizaran por separado sus partidos causando la división del movimiento comunista de Corea, explicó e insistió en la urgencia de lograr a toda costa la unidad con aquellos.

Ese día, el gran Líder subrayó la necesidad de escuchar suficientemente las opiniones de los que actuaban en el interior del país para la exitosa realización del congreso fundacional del partido y aclaró todos los pormenores concernientes a la fundación del partido.