Aconteció cuando un grupo constructivo se entregaba a los preparativos para la rehabilitación posbélica de Pyongyang reducido a cenizas después de la Guerra de Liberación de la Patria. Un día los constructores recibieron inesperadamente una instrucción de interrumpir la obra y movilizarse en la edificación de una escuela.

En seguida bajó el diseño de una moderna escuela de cuatro pisos enviado por el gran Líder Kim Il Sung. Llegó también una grúa.

Todos no podían contener la emoción por el infinito amor a las generaciones venideras del gran Líder quien hizo construir la escuela antes que nada y destinarle una de pocas grúas del país.

Esa escuela fue precisamente la entonces Escuela Secundaria Básica No 2. de Pyongyang.