En junio de 1958 el gran Líder Kim Il Sung visitó Ragwon.

Tras recorrer todos los talleres de la fábrica conversando con los obreros, se sentó sobre una silla sencilla en el patio bajo la sombra de un árbol y dijo a los reunidos que en aquel entonces el problema de excavadora se presentaba como una tarea muy importante en la RPD de Corea, por lo cual el Presidium del Comité Central del Partido lo había discutido tres veces solo en los últimos días. Explicando que en el año siguiente se necesitaban 100 excavadoras, pero no se podía importarlas, insistió que no había más remedio que producirlas con los propios recursos del país.

Al oír las palabras de quien abría el corazón compartiendo el sitio con ellos sin cumplido, los obreros de Ragwon le respondieron que sí podían producirlas y lo cumplirían a toda costa.

El gran Líder, muy contento, los estimuló que intentaran con audacia y los exhortó diciendo que, cuando otros sectores de la economía nacional marchan montados a Chollima (caballo legendario que corre al día mil ríes), la industria mecánica tendría que montar a Mallima (que corre al día 10 mil) y producir mayor auge de Chollima.

En respuesta al llamamiento del gran Líder, los obreros de Ragwon lograron producir las excavadoras con sus propias fuerzas.