Un día de mayo de 1970 el gran Líder Kim Il Sung llamó a funcionarios correspondientes para revisar el proyecto de casas-cuna con régimen semanal y mensual.

Lo miró un buen rato e indicando un punto dijo que era lugar inapropiado para casa-cuna por lo cercano de vías férreas y lo malo de geología.

Cuando los funcionarios le sugirieron otro lugar cerca del Palacio de Deportes, el Líder expuso que tampoco era un lugar adecuado, ya que allí concurría mucha gente diariamente. Y enfatizó que la casa-cuna con régimen semanal, nido de nuestros preciosos niños, la debían construir en un lugar impecable y tranquilo con aire puro.

Fijó la mirada un buen rato en el proyecto general de obras importantes de construcción de Pyongyang e indicó un punto. Diciendo que es el lugar tranquilo y que le parecía apropiado para la casa-cuna, subrayó que apresuraran la construcción en aquel sitio.

Visitó aquella casa en plena construcción, ocasión en que recalcó que utilizaran materiales e instalaran muebles de mejor calidad.

Gracias a su atención minuciosa la Casa-cuna 15 de Septiembre de Pyongyang se edificó con equipos modernos en el lugar excelente.