La idea Juche aclara evidentemente la superioridad política e institucional del régimen socialista coreano.
Esa superioridad consiste, ante todo, en que todos los sectores y unidades cumplen de manera incondicional las resoluciones y órdenes del Estado y se colaboran estrechamente en esa labor.
También consiste en que reinan como rasgos de la sociedad y el Estado el espíritu colectivista, la virtud y el afecto de considerar los dolores ajenos como los suyos y ayudarse más mutuamente en tiempos difíciles.