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     El Presidente Kim Il Sung sintió profundamente la importancia de la labor ideológica en el primer período cuando comenzaba la lucha revolucionaria y prestó atención especial a la labor educativa mediante la literatura y arte.

     El gran Dirigente Kim Jong Il dijo:

     “Nacida como profunda y sólida raíz e inquebrantable piedra angular de nuestro arte y literatura jucheanos, esparce su brillo, aún mayor, gracias a las famosas e inmortales obras clásicas creadas por el mismo Líder.”

     Como el gran Líder escribió en sus memorias “En el transcurso del siglo”, el arte del período de la revolución antijaponesa puede considerarse una antorcha en medio de la oscuridad y un toque de tambor que llamaba la gente a la lucha.

     Una magnífica obra poética, dramática o literaria puede conmover a decenas de millones de personas y que una canción revolucionaria puede perforar el corazón de los enemigos en puntos adonde no llega la bayoneta del fusil. He aquí la verdad tenida por el gran Líder.

     Por lo tanto, el gran Líder cogió la pluma en persona, creó las inmortales obras clásicas y creó el ejemplo brillante de la labor ideológica mediante la literaria y arte, no solamente en el período de las primeras actividades revolucionarias sino los días severos de la guerra sangrienta contra el imperialismo japonés.

     El gran Líder, después de fundar en octubre de 1926 la Unión para Derrotar al Imperialismo, primera organización revolucionaria comunista en Corea, escribió en persona las inmortales obras clásicas tales como la canción revolucionaria “Canción de Corea”, las piezas teatrales revolucionarias “An Jung Gun dispara sobre Ito Hirobumi”, “Tres en pugna por el trono”, “Inmolación en la Conferencia Internacional”, “Ermita Songhwang”, la danza y la canción “Orgullos de las 13 provincias”, y “Cintas de unidad” en aquellos días cuando realizaba actividades energéticas para abrir el camino de la revolución coreana.

     En la histórica Conferencia de Kalun de verano de 1930, el gran Líder aclaró el camino de la revolución coreana y escribió la ópera revolucionaria “La florista” y la pieza teatral revolucionaria “Carta de la hija” en el tiempo cuando estaba muy ocupado por la revolucionarización de los campos en las zonas vastas y la labor de la fundación de las filas armadas antijaponesas.

     En el tiempo cuando fundó la Guerrilla Popular Antijaponesa en abril de 1932 y organizaba y dirigía la lucha armada antijaponesa, escribió en persona la pieza teatral revolucionaria “Mar de sangre”, “Destino de un miembro del “Cuerpo de Autodefensa””, “Festejos”, las canciones revolucionarias “El Ejército Revolucionario Popular de Corea”, “A la guerra antijaponesa”, “Canción sobre “las operaciones de castigo””, “Mar de Sangre”, “Canción del Programa de Diez Puntos de la Asociación para la Restauración de la Patria”, así que desarrolló y enriqueció notablemente el caudal de la literatura y arte jucheanos.

     Las obras famosas de diversos temas creadas por el gran Líder en el tiempo de la lucha revolucionaria antijaponesa no fueron piezas simples. Fueron el cañonazo fuerte que hizo despertar en el punto clasista las amplias masas y levantarlas a la lucha revolucionaria y, la esencia de la literatura y arte revolucionarios, el cordón umbilical eterno que empuja continuamente la literatura y arte jucheanos de generación en generación.

     Que el gran Líder creó la tradición de la literatura y arte jucheanos en los días sangrientos de la lucha antijaponesa fue un acontecimiento extraordinario que abrió la nueva época del desarrollo original de la literatura y arte revolucionarios por primera vez en la prolongada historia humana de la literatura y arte y la indeleble proeza revolucionaria que consiguió la eterna piedra angular que garantiza firmemente el florecimiento y el desarrollo brillantes de la literatura y arte de Corea.