En la década de 1970 el Dirigente
A la sazón la ópera coreana solía recurrir a la ópera europea del siglo 17.
Y prestó atención especial a las canciones de la ópera.
Los escritores se contentaban con copiar las formas europeas cantando los diálogos tal como eran.
Escuchó todas las arias diciendo luego que cantar los diálogos tal como eran no gustaba al pueblo y mejor era ordenarlos en estrofas para luego cantarlas.
Dijo que las melodías han de ser dulces para poder captar el pueblo y de ellas seleccionó algunas para luego adaptarlas al gusto y sentimiento popular.
Y las canciones de las óperas revolucionarias tales como Mar de Sangre y Florista se compusieron bajo la minuciosa atención de