Un día veraniego de 1979 el Dirigente Kim Jong Il visitó la Maternidad de Pyongyang en plena construcción según la idea del gran Líder,
camarada Kim Il Sung de ofrecer a mujeres mejores servicios sanitarios.
Se mostró muy satisfecho al ver el edificio que ya
empezaba a mostrar su majestuosidad a poco tiempo de construcción.
Entonces un funcionario le informó que necesitaba una
cantidad voluminosa de mármol para pavimentar todos los pasillos del edificio y por eso iban a usarlo hasta el tercer piso y piedras
artificiales desde el piso siguiente. A tales palabras el visitante respondió que para qué serviría el mármol si no lo usaban en la construcción
de tal edificio y enfatizó que pavimentaran con él todos los pasillos. Después de un buen rato de meditación, instruyó que pavimentaran el
suelo con piedras preciosas.
Los funcionarios no contuvieron la sorpresa ante las palabras del Dirigente.
Este les siguió
diciendo que con ellas pavimentaran el suelo del vestíbulo por lo cual pasarían todas las parturientas.
Así que se trasladaron al
campo constructivo de la maternidad más de cien toneladas de piedras preciosas y multicolores excavadas por varios grupos de
exploración geológica y muchos mineros del país.