El 9 de octubre de 1993 el gran Líder, camarada
femeninos residentes en Japón.
Les dijo que la patria era la madre como ya había explicado y que para el hombre la madre era el
ser que lo parió y crió, y la patria, la cuna donde florecen su vida y felicidad.
Y les recomendó que se esforzaran más por la
prosperidad nacional con la conciencia de que eran dueñas de la patria socialista aunque vivían en la tierra foránea.