Póngase letras de registro Son letras prohibidas

En febrero de un año el gran Dirigente Kim Jong Il llamó a funcionarios para avisarles los problemas pendientes en mejorar la vida de la población.

Citó por ejemplo, uno tras otro, los hechos que él mismo había percibido durante el recorrido de varios lugares de Pyongyang y otras localidades subrayando que el desinterés por la vida poblacional es precisamente el por el hombre y que en nuestra sociedad no hay otra cosa más detestable que eso. Continuó que el pueblo llama a nuestro Partido madre, deposita todo lo suyo en este, que los funcionarios partidistas debían cumplir con su responsabilidad y papel como miembros de tan orgullosa organización y que para responder a la confianza y esperanza del pueblo debían cultivar los rasgos de como madre.

Y expuso que el amor materno hacia sus descendientes es el más inmaculado y desinteresado y que es por eso los hijos le acuden a la madre tanto cuando sienten alegría y tristeza como hechos ya adultos.