En abril de un año el mandatario
En esa ocasión les dijo que se podía percibir el espíritu Paektu y afianzar la decisión de llevar hasta el fin la revolución coreana al subirlo en días de furiosas nevascas. Prosiguió que el viaje al monte es un camino de conseguir valiosos alimentos espirituales incomparables aun con el poderío de cualquier arma nuclear y el de continuar de forma invariable el linaje de la revolución coreana llena de glorias.