El Dirigente Kim Jong Il tiene siempre en gran estima a las masas populares como al gran maestro y toma por máxima servir al pueblo.
El Presidente Kim Il Sung dijo:
“Estando siempre entre el pueblo, comparte con él las penas y las alegrías y no escatima nada para su felicidad.”
Érase cuando se realizaba la obra de actualización de la carretera Wasandong-Ryongsong de Pyongyang, capital de la RPDC.
Kim Jong Il estudiaba en la Universidad Kim Il Sung, cuando participó en susodicha obra. Desde el primer día se entregó a las faenas trabajosas dirigiendo a los estudiantes con su propio ejemplo.
Un día, una anciana llegó al lugar de la obra con el cubo vacío y el badil en la mano. Fue para extraer el carbón desechado en el solar.
Kim Jong Il se le acercó y le preguntó sonriendo si se agotaba el carbón en la casa.
La anciana le contestó que no, sino que lamentaba desecharse el carbón.
Al oírle, Kim Jong Il dijo a los estudiantes que no podían desecharlo aunque poco y que debían seguir la actitud de la anciana.
Luego de llenar de carbón el cubo Kim Jong Il andaba cuesta arriba para llegar a su casa.
Un estudiante le tomó el cubo diciendo que él mismo lo llevaría a su casa.
Kim Jong Il le encargó el cubo por estar ocupado por otra tarea y se despidió de la anciana.
La anciana emocionó mucho por su carácter modesto y generoso. El estudiante le insinuó en voz baja que él era hijo del Presidente Kim Il Sung.
Ella se le volvió apresuradamente agradeciendo con voz emocionante.
Kim Jong Il cerró con sus dos manos las de la anciana, diciendo que el mismo era hijo del pueblo trabajador y no habría cosa mejor que trabajar para él.
La anciana lo apreció mucho, diciendo que el Dirigente Kim Jong Il nació para el pueblo e hijo del pueblo trabajador que se lo dedicaba todo.
Hoy también Kim Jong Il, hijo del pueblo, se abniega en aras del pueblo.