En diciembre de cierto año el estimado compañero Kim Jong Un llamó a funcionarios para preguntarles el estado de salud de un veterano de guerra.

A la respuesta de que se mejoró mucho se mostró muy satisfecho y les recomendó encarecidamente que apreciaran mucho a los veteranos de guerra y cuidaran con esmero de la salud de ellos.

Yendo y viniendo por el despacho recordó con emoción a dicho veterano que fue fiel a la revolución siguiendo la dirección del Partido. Preguntó la fecha de chequeo general del veterano y subrayó que le informara el resultado del examen.

Y dijo a los funcionarios que transmitieran a la esposa del veterano su recado de que cuidara bien del marido exigiéndole observar sin falta la dieta y las horas de tratamiento y de tomar medicinas.