Cierta vez el estimado compañero Kim Jong Un dijo a funcionarios que su opinión sobre “hoy” era diferente de la de otros, que generalmente las personas, al decir “hoy”, tenían en cuenta la hora de poner fin al trabajo diario o las doce de la noche, pero que para él terminaba “hoy” a las cinco de la madrugada del día siguiente. Prosiguió que por eso él hizo balance de labores del día y planeó las de ese día hacía poco a las cinco de la madrugada.