Jang Kil Bu, madre del difunto revolucionario Ma Tong Hui guardada siempre en memoria del gran Líder
Sintiendo un gran orgullo por su hijo que luchó contra los imperialistas japoneses sin doblegar su entereza hasta el último momento de la vida, apreció más que su cariño el destino de la patria, el pueblo y la revolución.
Por su educación pudieron ser excelentes revolucionarios no solo su hijo sino también su hija y nuera.
Es por eso que el gran Líder la evaluó altamente y enseñó que si todas las mujeres siguen el ejemplo de Jang Kil Bu, los descendientes pueden ser excelentes hijos de la patria, sin excepción alguna.