Póngase letras de registro Son letras prohibidas

Un día después de publicada la ley de igualdad de derechos del hombre y la mujer el gran Líder Kim Il Sung se informó, por unas funcionarias, de que todas las mujeres del país se sentían muy agradecidas ante ella y expresaban la decisión de abnegarse a la construcción de nueva patria.

Les dijo que esa ley constituía un gran evento en la historia coreana, que les aseguraba el derecho y la libertad democráticos y les abrió un camino ancho para nueva vida.

Y les continuó encarecidamente que no debían solo exclamar vivas, sino que ejecutar la igualdad en la vida real.

Subrayó que las mujeres debían liberarse con audacia de caducas ideologías y costumbres de vida y tomar parte activa en la construcción de nueva patria, aprendiendo de las combatientes del Ejército Revolucionario Popular de Corea que habían luchado con el fusil en la mano por la liberación nacional y la emancipación social de las mujeres durante la Lucha Armada Antijaponesa.