Es muy usual que se menosprecia un por ciento en cualquier fenómeno.
Pero el Partido del Trabajo de Corea aprecia mucho esa cifra. No abandona aun a personas que padecían agonía por haber cometido errores, los protege con amor más intenso y los conduce a llevar una vida digna en las filas revolucionarias.
Por muy graves que sean sus yerros y aunque sea un hombre malo en 99 por ciento y bueno en un solo por ciento, debemos apreciar su honradez, confiarlo y ampararlo con magnanimidad y conducirlo a que comience una nueva vida, dijo
Todo el pueblo coreano goza de una auténtica existencia bajo el mundo de noble confianza del Partido que considera a cada uno del pueblo como ente precioso a que no puede ni debe perder en ningún caso.