Un día de julio de 1951 en plena Guerra de Liberación de la Patria el gran Líder Kim Il Sung se encontró con una unidad de mortero que pasaba por un monte alto y abrupto. Se acercó a los soldados con cureña, tubo y plataforma a las espaldas para preguntarles si les costaba trabajo. Todos le respondieron que no.
Luego de regresado a la Comandancia Suprema Kim Il Sung llamó al comandante de la artillería para decirle que les costaría mucho a los militares pasar montes con morteros de 82 milímetros de calibre y sus proyectiles a las espaldas. Prosiguió que en las condiciones topográficas del país que cuenta con muchos montes y ríos, el uso de caballos aliviaría las cargas a soldados, les ayudaría en superar montes y permitiría la movilidad pronta de las unidades.
Después, las unidades de mortero del Ejército Popular usaron ampliamente los caballos en sus maniobras, lo cual posibilitó asestar golpes sorpresivos a los enemigos.
