Gracias a la solicitud del estimado compañero
La muchacha con mano postiza y cicatriz en la pierna recibió el uniforme veraniego especialmente elaborado y se sometió a la curación hospitalizada en el Hospital Universal de la Cruz Roja de Corea.
Muy impresionada ella preguntó a su maestro.
-Maestro, ¿quién soy yo? Hasta mis padres consideran mi cicatriz como cosa incurable, pero nuestro mandatario que se ocupa de todos los quehaceres del país se preocupa tanto de mi herida.